fertilizando el progreso

Varios productos orgánicos sirven de fertilizantes y también de acondicionadores del suelo, es decir proporcionan nutrición para el suelo y para los cultivos. Esta es una de las más importantes diferencias entre un enfoque químico y un enfoque orgánico para lo que pertenece suelo y fertilización.

Los fertilizantes químicos solubles llevan minerales prontamente disponibles para las raíces. Sin embargo, estas sales minerales no representan una fuente de nutrición para los microrganismos del suelo ni para los gusanos del suelo, y incluso los rechazarían. A lo largo del tiempo, el suelo tratado solo con fertilizantes químicos de síntesis pierde sustancia orgánica y todos los organismos viventes, tan importantes para un suelo de calidad. De momento que la estructura del suelo pierde su estabilidad y la capacidad de campo desminuye, una cantidad siempre mayor de fertilizantes químicos aplicados se pierde por lixiviación. A cambio de esto, es necesario un aporte siempre mayor de productos químicos para estimular el desarrollo del cultivo. Por otro lado, utilizando fertilizantes orgánicos, es posible evitar estos tipos de problemas.
Para la fabricación de la mayoria de los fertilizantes químicos se utilizan fuentes no renovables como carbón y gas natural. Otros productos químicos están fabricados tratando rocas minerales con ácidos para hacerlas más solubles.
Por suerte, al día de hoy disponemos de verdaderos fertilizantes orgánicos: la gama Bioeurope, de hecho, procede de derivados animales y vegetales y de la extracción de rocas minerales. Se trata de fertilizantes de alto rendimiento y prestaciones!
De todas formas, los estándares nacionales que distinguen los fertilizantes orgánicos de los químicos así como los fertilizantes orgánicos de los convencionales en cada País son complicados, entonces es dificil estar seguros de que un producto comercial que lleve un sello “organic” haya logrado objetivos orgánicos y de altas prestaciones.